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La infoxicación es un fenómeno que afecta a la mayoría de la gente como consecuencia del auge digital. Se trata de la sobrecarga de información que nos impide profundizar en los temas que nos interesan y tiene como consecuencia la generación de estrés y ansiedad. Llegamos a sentir que nos perdemos de algo importante, que no estamos suficientemente informados o que no logramos establecer una opinión propia sobre los temas que nos interesan o afectan ¿Cómo podemos combatir la infoxicación y contribuir realmente al desarrollo social desde los departamentos de comunicaciones de las organizaciones?
La infoxicación es un término acuñado por el físico Alfons Cornellá en 1999 para referirse al exceso de información que recibimos a través de diversos medios, especialmente de Internet. El término inglés para la infoxicación digital es "overload information". Según el portal Economipedia, la infoxicación genera desinformación, lo que significa que un individuo en lugar de estar actualizado sobre un tema, debido a las noticias y datos relacionados, se encuentre sin saber con certeza lo que está ocurriendo.
La infoxicación llega a presentar consecuencias negativas, tanto para las personas como para las organizaciones. Por un lado, afecta a la capacidad de concentración, la toma de decisiones, la creatividad y el bienestar emocional de las personas y, por otro lado, dificulta la comunicación efectiva entre las organizaciones y sus públicos, ya que los mensajes se pierden entre la multitud de informaciones que circulan por la red.
¿Qué pueden hacer las oficinas de prensa de las compañías para evitar la infoxicación y contribuir al desarrollo social? Aquí te proponemos algunas buenas prácticas:
Prácticas para evitar la información y contribuir al desarrollo social
- Selecciona y filtra la información relevante para tu público objetivo. No se trata de publicar todo lo que se te ocurra, sino de ofrecer contenidos de calidad, veraces y útiles para tu audiencia.
- Adapta el formato y el canal de comunicación al tipo de información y al perfil de tu público. No es lo mismo comunicar una noticia de última hora que un informe técnico, ni usar una red social que un boletín electrónico. Tanto la elección del canal más indicado como el diseño y el contenido resultan relevantes.
- Establecer una frecuencia y un horario de publicación razonables. La saturación de mensajes agobia al público, al igual que los horarios en los cuales se realizan los envíos.. Respeta el tiempo y el espacio de las audiencias y busca el equilibrio entre informar para evitar convertirte en spam
- Fomenta la interacción con tu público. No te limites a emitir información, sino que abre espacios para el diálogo, la participación y la escucha activa. Así podrás conocer mejor las necesidades, intereses y opiniones de tu audiencia y mejorar tu estrategia comunicativa.
- Actúa bajo principios éticos al comunicarte. Ocultar, manipular, ocultar o basarse en rumores contribuye a confundir y a impactar negativamente la reputación, Honestidad y responsabilidad son deberes necesarios para evitar fomentar ansiedad, miedo social, rechazo o incomodidad. La dignidad de las personas es un principio bajo el cual siempre se debe comunicar cualquier mensaje, independientemente de quién sea su receptor.
Recuerda que la comunicación es una herramienta poderosa para generar confianza, credibilidad y reputación, tanto para ti como para tu organización.
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